Con la dramaturgia de Leyla Selman, la pieza abre interrogantes sobre el futuro del mundo, el enigma del devenir humano en tiempos apocalípticos, las preguntas existenciales que rodean la adolescencia y el deseo de presentar al público joven una posibilidad luminosa, brillante y esperanzadora de vida colectiva solidaria. La obra es una historia sobre el amor y habla de cómo el romper círculos atávicos de discriminación, podría ser algo hermoso y liberador.